¿Podrías imaginar un mundo donde se pudiese hacer un delicioso asado sin el horno? Además de las habilidades y la experiencia del cocinero, el rendimiento de tu horno vendrá determinado por; la edad del horno, la frecuencia con la que se usa y la rutina de mantenimiento que se le proporciona. Por mucho que queramos culpar del desgaste y deterioro del horno a factores externos, la mayoría de las veces, es nuestra culpa. Si escuchamos a nuestros electrodomésticos y les demostramos un poco más de amor, podemos ahorrar dinero y obtener mucho más como contraprestación. Así que, si los hornos pudieran hablar, ¿qué te diría el tuyo?
Límpiame por favor
¿Sabías que limpiar el horno llegó a ser uno de los 10 trabajos más odiados en el mundo?
Si tomas un poco de tiempo para limpiar el horno adecuadamente, él te lo agradecerá. Es posible que tu horno tarde más en calentarse o que la comida no tenga el mismo sabor porque los restos de los platos elaborados previamente están interfiriendo en ellos, esta es la manera en la tu horno te pide a gritos que lo limpies. Su frecuencia de limpieza dependerá de la asiduidad con la que se use, la mayoría de las personas deberían tener una rutina de limpieza semanal, pero seamos honestos, no siempre es tan fácil. Sin embargo si se le da un uso regular, limpiar la puerta una vez por semana y realizar una limpieza completa una vez al mes para eliminar todos los restos en su interior, es algo necesario para poder aprovechar al máximo tu aparato.
No tiene por qué ser una limpieza complicada, todo lo que necesitarías es lo que yo llamo, el trío destructor de grasa, o kit de mantenimiento para el horno que incluye; un descalcificador, un detergente para horno y un paño de limpieza.
Repárame por favor
Lo que el descalcificador y el detergente no pueden arreglar, puede reemplazarse fácilmente. Si se han ignorado los primeras llamadas de atención del horno, algunas de sus partes ya estarán fuera de tiempo para su limpieza. Por lo que este descuido tendrá consecuencias desagradables. Tu dispositivo puede tardar mucho tiempo en calentarse o puede no calentarse nunca más. El horno entonces te estará diciendo "arréglame". Esto podría significar que el horno ha alcanzado una edad considerable, pero también puede significar que algunas partes han sufrido daños. A menudo es posible encontrar la causa del problema con bastante facilidad. Un buen lugar para comenzar es consultar la guía del usuario del fabricante, enfocándose en; la resistencia , el motor, y el interruptor. Tan pronto como averigües qué está dañado en tu horno, muchas de estas piezas las podrás reemplazar tú mismo.
Actualízame por favor
Seamos sinceros, tu horno ha sido un fiel servidor, por lo que obtener algunos accesorios para ponerlo a punto es algo justo. Apreciarás las rejillas del horno y las bandejas del horno cuando recibas visitas de amigos y familiares y tengas que hacer una comida de cuatro platos en un lapso de 5 horas. Profundizando en cómo obtener más provecho de tu horno, ¿has considerado una piedra para pizza? Estos aliados te permitirán cocinar más cantidad y te dejarán tiempo suficiente para socializar con tus seres más allegados.
¡Escucha tu horno!
Con la forma en que la tecnología avanza en estos días, la idea de un horno parlante no es muy extraña. Sin embargo, hasta que tengamos noticias de hornos que realmente hablan, depende de ti escuchar atentamente lo que dice el tuyo. Vigila siempre cuándo darle a tu horno una buena limpieza, más accesorios o incluso llevar a cabo las reparaciones necesarias. ¡Haz un pequeño esfuerzo para aprovechar al máximo tu electrodoméstico!