Lavar los platos es una tarea que la mayoría de las personas rehúyen. Por esta razón a todos nos gustaría que el lavavajillas se encargase de esta labor por completo, sin embargo, hay casos en el que un lavado manual es más aconsejable que a máquina. Aquí hay algunos consejos que te pueden beneficiar, especialmente si deseas disfrutar de tu lavavajillas el mayor tiempo posible.
1: Tablas de cortar de madera
¡Deja todos los artículos de madera fuera del lavavajillas! Si tienes espátulas de madera, usas de vez en cuando cuencos de madera o la clásica tabla de cortar, recuerda esto: la madera no debe estar en el lavavajillas.
¿Por qué? El agua caliente, combinada con la presión que se está rociando dentro del lavavajillas, tiene un efecto negativo en la madera. Puede darle un sabor extraño a esta, lo que se transmitirá a tus creaciones gastronómicas, y lo que es peor, pequeñas astillas y otros pedazos de madera podrían dañar tus platos y cubiertos durante el ciclo de lavado. ¡Así que asegúrate de evitar esto!
2: Platos y cubiertos con restos de comida
Sabemos que quién compra un lavavajillas lo hace entre otras cosas para no tener que lavar los platos manualmente y simplemente introducirlos dentro de la máquina y olvidarse del proceso de lavado. Pero confía en nosotros: enjuagar tus platos y cubiertos antes de ponerlos en la máquina es de gran importancia. Esto incluye ralladores, prensas de ajo, paletas y otros utensilios de cocina con restos de comida apelmazada.
¿Por qué? La mayoría de los lavavajillas tienen un filtro que atrapa estos restos de comida antes de que puedan obstruir los desagües, pero este filtro necesita ser limpiado y reemplazado regularmente porque cuando el electrodoméstico está funcionando los residuos orgánicos del ciclo anterior pueden dar vueltas en el interior. Además eventualmente estos restos se depositarán más allá del filtro, posibilitando que los desagües se obstruyan y desborden, o incluso causando cortocircuitos eléctricos. Y si los restos no se limpian correctamente, tus cubiertos también podrían oxidarse.
3: Cuchillos especiales (cocinero)
¿Entonces, incluso mis cuchillos de lujo no deberían lavarse en el lavavajillas? No, esos también se lavan mejor manualmente.
¿Por qué? Mencionamos el óxido causado por restos de comida en el punto 2, que definitivamente también se aplica a este tipo de cuchillos. Si deseas continuar usándolos durante mucho tiempo, es mejor que los trates con cuidado, y el lavado más cuidadoso se hace a mano. Los cuchillos también podrían moverse en el interior de la máquina durante el ciclo de lavado debido a sus peso, pudiendo rayar o dañar otros cubiertos y platos.
4: Ciertos cubiertos de metal o plástico
Quizás pienses que estamos exagerando pero en realidad no es así, debes tener cuidado con lo que colocas en el lavavajillas. Cubiertos y platos de aluminio, estaño o cobre no deben lavarse a máquina. Y algunos tipos de cubiertos de plástico tampoco deberían estar en el lavaplatos.
¿Por qué? Los metales podrían cambiar de color si están expuestos a los programas de lavado de tu máquina. Por otro lado, la alta temperatura del agua podría deformar los elementos de plástico. Consejo: ¡generalmente los paquetes de cubiertos mencionan si son lavables a máquina!
5: Vajilla antigua
¿Por qué? La ironía es que el lavavajillas original se inventó para limpiar las vajillas que el inventor pensó que sus doncellas no habían lavado bien. Pero este electrodoméstico ha mejorado mucho y se ha vuelto más potente a lo largo de los años. Por lo tanto, si los platos en cuestión son valiosas antigüedades o artículos de gran valor sentimental, también debes evitar ponerlos en el lavavajillas. Esto los mantendrá bonitos y bien cuidados. La hoja de pulverización dentro del lavavajillas también gira, lo que conlleva un riesgo adicional de daños. ¡Imagina que accidentalmente astillase uno de tus preciosos platos!
6: Cristal
La cristalería ordinaria debería estar bien en el lavavajillas, pero el cristal obviamente merece un cuidado especial. El mejor enfoque sería lavarlos fuera de la máquina.
¿Por qué? El cristal es mucho más frágil que el vidrio. Los cambios repentinos en la temperatura del agua, así como su aspereza podrían romper esas preciosas copas y vasos. Toma siempre especiales precauciones con los utensilios de cocina frágiles y valiosos. Simplemente muestrales tu amor lavándolos en el fregadero de tu cocina.
7: Sartenes y ollas
Las sartenes buenas y pesadas pueden ayudarte a preparar comidas maravillosas, y afortunadamente, el lavavajillas puede ayudarte a limpiarlas después, ¿verdad? Mmm... la verdad es que no, ¡mejor no las pongas en el lavavajillas!
¿Por qué? ¿Recuerdas que antes del primer uso de tu sartén, tuviste que hervir un poco de aceite vegetal? Esto crea una capa antiadherente. Sin embargo el lavado a máquina descompone por completo ese efecto, lo que dificultará que la comida se deslice sobre tu sartén. Por cierto: ¡tampoco laves manualmente estas sartenes con los métodos tradicionales! Lo mejor es depositar agua con sal, dejarla reposar media hora y luego enjuagarla suavemente con agua tibia.
8: Termos portátiles
Sabemos que esta lista es tan larga que a estas alturas debes estar preguntándose por qué tienes un lavavajillas, pero también debemos incluir tu termo en esta descripción general de los artículos que es mejor no colocar en su interior. O al menos verifica si pueden soportar el lavavajillas cuando los compres (debe decirlo en el envase).
¿Por qué? La capa de aislamiento puede romperse debido a las condiciones del agua en el proceso de lavado. Sin embargo, la mayoría de los termos modernos son resistentes a los lavaplatos, así que asegúrate de verificar la descripción del paquete.
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